La más cabezota y sensitiva. Telma llegó a ECRIN tras retirarse del mundo de la competición de salto. Aunque al principio era algo desconfiada, con el tiempo ha demostrado ser una yegua independiente y perfecta para la terapia. Le encanta estar cerca de Cachelo.
Cariñoso y sociable, Oreo destaca por ser el más parlanchín de nuestro equipo. Su rápida adaptación y su carácter afable lo han convertido en uno de los favoritos tanto de los pacientes como del equipo. Su aspecto, con manchas negras sobre un pelaje blanco, le da su nombre de galleta.
Esta yegua hispano-árabe ha sido un reto en cuanto a su socialización con otros caballos y personas, ya que vivía en el campo antes de llegar a ECRIN. Poco a poco ha ido mostrando su capacidad para el trabajo terapéutico, demostrando que será una gran compañera en nuestras sesiones.
Baloo es el caballo más cariñoso y empático de nuestro equipo. Actualmente se encuentra en recuperación en el País Vasco debido a una lesión neurológica, pero todos en ECRIN esperamos su regreso para continuar con las terapias que tanto le apasionan.
El más reciente en unirse a nuestro equipo, Pecas es un caballo de gran tamaño y con manchas distintivas. Aunque ya es mayor, su bondad y capacidad para conectarse con los adultos lo hacen perfecto para nuestras sesiones de terapia. Le encanta revolcarse y recibir mimos de todo el mundo.
Nuestros futuros compañeros serán seleccionados no solo por su salud física, sino también por su capacidad para conectarse emocionalmente con las personas. Estamos comprometidos con su bienestar y su integración en nuestras terapias asistidas.
Los que conocieron a Mister estarán de acuerdo en que era un gran caballo con un corazón aún más grande. Se incorporó a Ecrin junto con Telma, también competía en salto y cuando se lesionó vino con nosotros. Mister era un caballo peculiar con sus manías y muy cabezota, pero tenía una conexión muy especial con nuestros peques, ver con que delicadeza los trataba, al contrario de con nosotras que sacaba su lado más cabezón. Finalmente, se jubiló y pudo vivir sus últimos años en libertad. Aunque ya no esté siempre formará parte de Ecrin, ya que se llevó un trocito de nuestros corazones.
Siempre nos acordaremos de Cachelo por ese color tan especial y por la nueva vida que le dimos al comenzar con nosotros. Era un caballo que pasaba sus días en tanta y en condiciones bastante malas. Con nosotros comenzó una nueva vida y su carácter cambio drásticamente, ya que al inicio era bastante desconfiado y reticente al contacto humano. Por desgracia al mudarnos no pudo venir con nosotros, ya que no nos permitieron comprarlo.
En ECRIN Terapias, el caballo no solo es un compañero, sino un verdadero co-terapeuta. La interacción con estos animales permite que los pacientes exploren y enfrenten sensaciones de vulnerabilidad y control, desarrollando una relación de respeto y confianza.
El caballo ayuda a crear un estilo de apego seguro entre el paciente y quienes le rodean. Su presencia facilita que la persona explore sus sentimientos de vulnerabilidad y control, trabajando en un entorno donde se siente en igualdad con el animal. Además, transforma la relación paciente-terapeuta en una triada, eliminando los estigmas del tratamiento clínico tradicional, y ayudando a fortalecer la conexión emocional entre todos los involucrados.
Para garantizar una terapia asistida con caballos de calidad, es imprescindible contar con un equipo profesional experimentado en este tipo de intervenciones. Cada caballo es cuidadosamente seleccionado por sus características físicas y personalidad, y pasa por un entrenamiento riguroso para adaptarse al entorno terapéutico. Este proceso asegura no solo el éxito de cada sesión, sino también el bienestar emocional y físico del propio caballo.
El caballo es un ser sociable, que acepta completamente la compañía humana, lo que le convierte en un perfecto acompañante para las personas. El caballo es extremadamente sensible a los cambios en el ambiente que le rodea debido a su naturaleza como animal de presa y ha desarrollado para esto un sistema de comunicación que se basa principalmente en el lenguaje corporal.
Esto le hace muy permeable a la actitud, las emociones y las intenciones del ser humano, contagiándose de ellas. El caballo tiene varios aires, pero solo el aire natural, el paso, tiene el mismo patrón de marcha que el ser humano. Es esta característica la que enriquece la terapia física, pero para ello el caballo debe de tener unas conformaciones y unas cualidades adecuadas.
Favorece el equilibrio, la coordinación motora y la estabilidad pélvica. También ayuda a regular el tono muscular y mejorar el control de los movimientos del tronco y las extremidades.
El caballo ofrece una relación no amenazante que motiva a los pacientes a participar activamente en el proceso terapéutico, reduciendo barreras emocionales y defensas.
Facilita la comunicación verbal y no verbal, creando un vínculo entre paciente, terapeuta y caballo que fomenta el uso de nuevas formas de expresión.
El poder y el respeto que provoca el caballo incrementan la confianza y autoestima del paciente, brindándole seguridad emocional y afectiva.
Ayuda a desarrollar la paciencia, el autocontrol y la responsabilidad, regulando conductas disruptivas y fomentando la creación de nuevos hábitos conductuales.
Mejora la atención, la memoria, las funciones ejecutivas y las habilidades sociales. Ayuda a desarrollar apegos seguros y reduce la sensación de soledad, facilitando la integración social.
Centro pionero en la neurorrehabilitación con caballos donde llevamos los objetivos a un ambiente de motivación, naturaleza y caballos.
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